¿DÓNDE ESTÁ NUESTRO AGUA?

Mirando al cielo, practicando rogativas ó lamentándonos amargamente de la pertinaz sequía, lo cierto es QUE NO HAY AGUA; ni en Segovia ni en algunas localidades del Alfoz, a la vista de los edictos municipales que se han publicado en algunas de estas localidades (en el caso de la capital ya existen restricciones desde Agosto). Y viendo el nivel del pantano del Pontón Alto la realidad es estremecedora. Pero no pasa nada. Nada más allá de la resignación y el lamento, virtudes muy cristianas y apegadas a las gentes de esta tierra y tan inútiles como estériles. Porque ni la religión, ni la aceptación sumisa de tan trascendental crisis van a solucionar el problema. Un problema ya viejo que sin embargo lejos de vislumbrar soluciones, cada día, cada año que pasa aumenta exponencialmente; tanto como el crecimiento de población, de urbanizaciones residenciales o de proyectos tan disparatados como Segovia 21.

Ante un problema de semejante envergadura las respuestas no se dejan esperar por parte de los responsables políticos: que si ampliación de otro pantano, ¿por qué no construir otro nuevo? o que cada localidad busque su propia solución y deje los posibles remanentes de agua a los demás. Lo que ocurre es que en esta huida hacia la insolidaridad siempre habrá alguien que se aproveche de lo poco que hay o se arrogue el derecho egoísta de que “primero yo y lo que quede para los demás”. Más ó menos es lo que han representado las declaraciones públicas del Alcalde de Segovia y, últimamente, el Alcalde de Palazuelos de Eresma. Otro protagonista de este sainete, el Alcalde de La Granja, dice que este municipio no toma aguas del Pontón Alto. . . . ¿?. Aquí nadie entiende nada y los responsables que deberían dar información y transparencia a lo que ocurre lejos de aclarar la situación la enredan aún más cada vez que hablan; prueba inequívoca de que mienten más que hablan, hablan cuando mienten o hablan y mienten a la vez. Su credibilidad es nula y su irresponsabilidad es de tal magnitud que su descrédito les invalida para afrontar un problema tan grave y tan sensible como es el del Agua.

Por nuestra parte, queremos poner sobre la mesa del debate social, algunas “soluciones” que por evidentes, no dejan de ser válidas:

1-No se pueden aplicar políticas de restricciones al riego sólo cuando el problema ya es irresoluble, al final el que pierde es aquel ciudadano o ciudadanos que son conscientes y dejan de regar, mientras la gran la mayoría continua haciéndolo clandestinamente. Estas medidas habrían de haberse aplicado meses antes, y con rigurosidad, es decir, hay que prever y no improvisar.

2-No se pueden construir campos de golf en nuestro clima, es una aberración ecológica. Por cierto alguien debería explicar la relación entre la situación del Pontón y el hecho de que este verano se ha estado semillando el campo de golf de Segovia 21.


3-Recordar a los Segovianos, que mientras el Río Cambrones llega casi seco al Pontón, una empresa llamada Bezolla se apropia de sus aguas para embotellarlas.
4-Hacen falta políticas de concienciación sobre el tema, pero sobre todo quien tienen que concienciarse son las administraciones, aplicando y dando ejemplo políticas de Xerojardinería, (técnicas de ahorro de agua en el riego), y sobre todo iniciando de una vez, una red de riego de parques y jardines con aguas residuales recicladas.

5-Por último, pero muy importante, hay que estudiar con criterios ambientales en que casos es factible el regadío intensivo en agricultura y en que casos no, sirva como ejemplo de esto último, la catástrofe ecológica producida en las Tablas de Daimiel.

Lo cierto, y esto es irrefutable, es que Segovia y su Alfoz tienen un grave, muy grave, problema de abastecimiento de agua. Con esta cantinela llevamos ya años y nadie, absolutamente nadie, de las Instituciones Públicas han hecho nada por solucionarlo, sino que lo han complicado más con su desidia, sus intereses particulares y su despreciable concepto de lo que es y significa el Bien Público. Tanto que aún no se han enterado de que el AGUA ES PATRIMONIO COMÚN DE LA COMUNIDAD Y UN BIEN TAN PRIMARIO QUE NUNCA PUEDE SER EXPUESTO AL NEGOCIO PRIVADO, AL BENEFICIO DE INTERESES PARTICULARES Ó AL MISERABLE CRITERIO DE UNA CLASE POLÍTICA CADUCA.